Obispado de Cartagena
Por el mismo puerto por el que -como narra la tradición- vino el Apóstol Santiago a España para traernos la fe, entró ayer a las cuatro y media de la tarde la Cruz de los Jóvenes a la diócesis de Cartagena, acompañada del Icono de la Virgen María, anunciando la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Madrid en agosto de 2011. Cientos de jóvenes, familias, sacerdotes, consagradas y representantes de todas las realidades religiosas cartageneras, esperaban con ramas de olivo esta Cruz que Juan Pablo II regaló a los jóvenes en 1984, en la clausura del Año Santo de la Redención en Roma, para que fueran por todo el mundo. El Obispo de la Diócesis de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, también quiso estar presente en este gran acontecimiento y dar su bendición a estos dos símbolos cristianos antes de iniciar su peregrinaje por toda la diócesis. Como decía ayer un joven en sus palabras de bienvenida, “esta Cruz lleva sobre sí los anhelos, las dudas, los lutos y los sufrimientos de los jóvenes, pero también es la Cruz del amor, donde todos encontramos la fuerza, la paz y la esperanza”. Junto a esta Cruz, llega a nosotros el Icono de Nuestra Señora, que como expresaban ayer “se hace Embajadora de la Cruz, acogiéndonos con su Corazón de Madre”.
“Hoy comenzamos una bella historia en nuestra diócesis- señaló ayer Mons. Lorca Planes. –Donde vosotros tenéis puestas las manos, las han puesto hombres y mujeres de todo el mundo”. No obstante, el Sr. Obispo indicó que “sólo hay una realidad que nos une: la Cruz”. De igual modo, alegó que el Señor quiere que miremos esta Cruz que nos une, “para seguir trabajando por una humanidad en paz, con una felicidad propia del Hijo de Dios”.
Desde la Dársena de Santiago, se dirigieron a la parroquia de Santiago Apóstol de Santa Lucía –que este año celebra Año Jubilar-, donde unidos realizaron una profesión de fe. Desde ahí, continuaron la peregrinación con el rezo del Santo Rosario y el Vía Crucis, hasta el Hospital de Caridad de Los Pinos. El Icono de la Virgen, se colocó en primer lugar, pues como explicaría posteriormente el Vicario de Cartagena durante la Misa final, Cristo en la Cruz, mirando a María, “sintió mucho consuelo”. En la estación que de la iglesia de la Caridad, la Cruz se detuvo delante de la Patrona, la Virgen de la Caridad, donde se la honró con la Salve Cartagenera.
Cantos, testimonios, y sobre todo, oración. Un encuentro personal de corazón a Corazón, en el que cada uno tuvo su “momento” en la Cruz junto al Señor. Así fue el camino hacia el Hospital de Caridad, donde se celebró la Eucaristía, presidida por el Vicario de Cartagena, D. José Abellán, acompañado del Delegado de Pastoral Juvenil, D. Manolo Verdú, y la gran mayoría del presbiterio cartagenero.
“¿En qué momento he puesto mi cruz en la tuya”- interpelaba a los fieles el Vicario de Cartagena en su homilía. - Cada uno sabe en qué momento ha tocado el Señor su Corazón”. D. José Abellán, afirmó que lo que se hizo ayer por la tarde fue “una declaración de amor”, y que “la vida sólo es hermosa y sólo vale vivirla por amor”. Recordando las palabras de Juan Pablo II, animó a los jóvenes a no tener miedo, pues contamos para todo con al ayuda de María, que “con su intercesión, con su Amor de Madre y sabiendo cuándo más nos cuesta llevar la cruz, nos lleva de la mano, para que podamos decirle sí al Señor”.
Después de la celebración, el Delegado de Pastoral Juvenil manifestó su agradecimiento, también en nombre del Sr. Obispo, que no pudo estar presente en este acto. Verdú comunicó que ya al recoger la Cruz en Lérida, había visto el primer milagro: la unidad entre la diócesis de Lérida y Cartagena, y que ahora estábamos viviendo este milagro a través de la unión de todas las realidades de nuestra diócesis. Así, precisó que “esa alegría de la unidad y esperanza de la Cruz, tenemos que contagiarla”. “¡Animaos a vivir y a contagiar la alegría de la fe!”- concluyó.
Finalizada la Misa, se hizo entrega de la Cruz y el Icono de la Virgen a los jóvenes de la zona de la Vicaría del Mar Menor. Allí hoy llevarán su mensaje de salvación a lugares como el Hospital de Los Arcos, el Cementerio, o el Monasterio Cisterciense de La Palma. Recorrerá también la zona de Torre Pacheco, Los Alcázares, Fuente Álamo, Águilas y Lorca.
Ésta es una semana de Gracia para la diócesis de Cartagena. Que el Espíritu Santo nos ilumine para acoger como la misma Virgen María, a Jesús Crucificado, y todo lo que en esa Cruz quiere derramar en nuestros corazones.
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