¿Un error humano, técnico o falta de previsión? Esta es la pregunta que se hacen los vecinos de la Urbanización Mediterráneo que ven cómo peligra la construcción de un Centro de Atención a la Infancia (CAI), que reivindican desde hace años, porque el proyecto no cabe en el solar donde estaba previsto que se hiciera.
Este error humano, técnico o la falta de previsión podría hacer que Cartagena pierda los 450.000 euros de la subvención que la Comunidad Autónoma, a instancias del Ministerio de Educación, concede para la construcción de guarderías. «Si no comienzan a levantar el CAI este año se volverá a perder otro dinero, como ocurrió el año pasado cuando la Concejalía de Educación cedió una parcela para una escuela infantil que no era municipal junto al Colegio de Infantil y Primaria Carmen Conde», explicó a este diario el concejal socialista Francisco Martínez.
Hace dos semanas la empresa constructora que iba a hacer la guardería en la Urbanización Mediterráneo abandonó los trabajos porque se dieron cuenta que el proyecto no cabía en la parcela, ubicada entre la iglesia y la Asociación de Vecinos de este barrio.
No midieron los terrenos
Francisco Martínez piensa que el error podría estar en que se hubiese pensado en una parcela de superficie similar a la del CAI de La Vaguada, que tiene una capacidad para 94 alumnos, cuando el solar de Urbanización Mediterráneo es para una escuela infantil para 220 niños.
Desde la Asociación de Vecinos de este barrio lo tienen claro. El portavoz de Educación, Mariano Guerrero asegura que el solar tiene de de fachada principal 22 metros cuando el proyecto marca 36. «Es increíble que los arquitectos hagan los planos de un edificio sin tomar medidas de la parcela. Pero parece más increíble que cuando el proyecto se remitió al Ayuntamiento, los aparejadores tampoco midieran», dijo.
Los vecinos temen que por este error se queden sin guardería, algo «muy necesario para las familias del barrio». «Se trata de un proyecto que anunciaron hace dos años, y si tienen que volver a hacer unos planos nuevos para adaptarlos al solar, el tiempo se pasará y perderemos la subvención», apuntó Mariano Guerrero.
Desde la Asociación proponen que para no perder la guardería, están dispuestos a ceder el terreno donde actualmente hay una pista de patinaje. La condición es que esa pista se haga en otro lugar, porque es uno de los pocos lugares donde los niños pueden jugar.
La concejal de Cultura, María Rosario Montero, que es la responsable de este proyecto, explicó a este diario ya está todo arreglado y que en pocas semanas comenzarán las obras otra vez, ya que han cogido parte de unos terrenos contiguos a la Asociación para que quepa el proyecto.
Aún asi los vecinos no entiende qué terrenos cogerá el Ayuntamiento de la Asociación para hacer la guardería «porque no hay». Temen que opten por coger parte de la pista de patinaje que se construyó hace veinte años. «Es la única forma que hay de que el proyecto entre en ese solar. Tenemos los planos y otro sitio no hay. Pero no estamos dispuestos a que nos quiten parte de la pista, por un error del Ayuntamiento o de los arquitectos», apuntó este vecino.
Exigirán responsabilidades
El concejal socialista anunció que en las próximas semanas comprobará el proyecto y pedirá, en su caso, las responsabilidades políticas y de cualquier otro tipo a quien corresponda. «De esta forma se evidencia la incapacidad del Gobierno local, ya que no se ha molestado en comprobar algo tan sencillo como la superficie disponible para construir el CAI de la Urbanización Mediterráneo», subrayó.
La futura guardería está proyectada para albergar hasta a 220 niños de entre cuatro meses y tres años. El proyecto está previsto que se haga en dos fases. La primera tiene aprobada una subvención de 450.000 euros para las obras para las primeras noventa plazas. La segunda fase también está previsto que reciba las ayudas de la Comunidad Autónoma.
Por eso, desde el PSOE, piensan que no sólo se perderá el dinero de este año, sino también el que pudiera venir en un futura, que según calculó Francisco Martínez asciende a casi un millón de euros.
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