El fuego afectó de noche a dos balsas y una escombrera con residuos industriales, provocó explosiones y sacó de la cama a los vecinos
18.08.10 - 00:24 -
ROCÍO GONZÁLEZ CARTAGENA/ La Verdad
En Torreciega, ayer por la mañana aún se olía a quemado. Sólo unas horas antes, los vecinos vivieron una de las noches más angustiosas de la historia del barrio. «Era enorme, el mayor que he visto en mi vida», afirmó Elvira Rodríguez sobre el incendio que quemó dos balsas y una escombrera en los antiguos terrenos de Española del Zinc (Zinsa) y que los vecinos vieron extenderse con el temor de que llegara a sus viviendas.
«El fuego era muy grande. No quiero ni pensar en lo que podría haber sucedido si hubiera alcanzado los matorrales... ¡Madre mía!», exclamó aún asustada Elvira, con los ojos clavados en la enorme parcela donde hace unos meses derribaron la fábrica de zinc y que ahora es propiedad de la promotora inmobiliaria Quórum.
Todo empezó hacia las once y media. Al parecer una chispa, cuyo origen está siendo investigado, prendió una de las balsas con residuos industriales que aún había en la zona (donde Zinsa aún tiene pendiente descontaminar el suelo para permitir la edificación de pisos). Según varios lectores de 'La Verdad', las columnas de humo y fuego eran visibles desde Roche o Alumbres.
«El fuego se propagó a otra balsa que, al parecer, contenía metal y ardió una escombrera, resumió el director general de Seguridad del Ayuntamiento, Carlos Nieto. Y añadió que, según los bomberos, no hubo riesgo para la población porque el fuego estaba a bastantes metros de las casas y que en las mediciones del aire efectuadas ayer por técnicos de la Concejalía de Desarrollo Sostenible no se detectó la presencia de partículas tóxicas.
Sin vigilancia nocturna
Algunos vecinos especularon con la posibilidad de que el fuego tuviera relación con la habitual presencia en los últimos meses de ladrones de cobre y chatarra.
«Los bomberos lo tuvieron muy difícil para acceder. Por la mañana un guarda custodia esto, pero por la noche no hay nadie. Tuvieron que romper a el candado de la puerta para meter el camión cisterna. Lo pasamos muy mal, había explosiones... y veíamos que les costaba apagar el incendio», aseguró Antonio Romero, quien relató que la calma volvió hacia la una y media.
«Extinguir el fuego fue muy difícil porque la fuerte potencia calorífica, el material de las balsas y los escombros de alrededor ocasionaron explosiones», destacó Nieto. Los bomberos usaron un camión nodriza y dos instalaciones de espuma AFFF, una solución acuosa contra incendios. Al final, ardieron casi cinco mil metros cuadrados de terreno, y fue necesaria la intervención de la Policía Local, la Policía Nacional y Protección Civil.
Un portavoz de Zinsa aseguró que esta empresa ya no se encarga de los terrenos. Y, a pesar de los intentos de este diario, no fue posible recabar información de esta Quórum y del organismo de la Comunidad Autónoma encargado de vigilar el estado de las instalaciones industriales: la Dirección General de Calidad Ambiental.
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