viernes, 9 de noviembre de 2012

Una pesadilla en el colegio


Una alumna de tercero de la ESO denuncia en Fiscalía el presunto acoso que sufre por algunos de sus compañeros de clase 

09.11.12 - 01:32 - 


La pesadillla que Patricia creía olvidada ha vuelto a repetirse. La niña, de trece años, había superado y casi borrado ya los duros episodios de presunto acoso que sufrió hace dos cursos, en primero de la ESO, cuando sus compañeros le pegaban chicles en el pelo y la ropa o manchaban de tinta su ropa. Parecía ya un mal sueño, pero en el último mes, Patricia (el nombre no es real) ha vuelto a enfrentarse a la pesadilla de que algunos de sus compañeros de clase la insulten, molesten y amenacen sin razón. La situación ha llegado al punto de que los padres de la menor, que estudia tercero de Secundaria en el colegio Maristas de Murcia, presentaron ayer una denuncia por acoso escolar ante la Fiscalía de Menores. «Mi hija está destrozada, y en el colegio no nos han dado una solución. No tiene por qué aguantar que en su día a día la traten mal sin motivo, es una niña y no puede ni dormir por la noche», se lamenta la madre, descontenta con la reacción del colegio, «que no ha ayudado a mi hija».
Hace ya semanas que Patricia, alumna de sobresaliente, empezó a notar las «miradas duras e irrespetuosas, los gestos de mal gusto y los comentarios sucios contra mí». Lo dejó correr, pero fue a más, y la tensión se desbordó a comienzos de esta semana. En dos ocasiones, presuntamente, un grupo de compañeras de Patricia la insultó, rodeó e increpó en las instalaciones del colegio. «Empezaron a cargar contra mí diciendo: 'eres una puta que vas zorreando por ahí con los tíos'», relata la menor en la denuncia, de la que también se ha informado a la Consejería de Educación. La menor asegura que pidió la mediación de su tutor y se encontró sin respuesta. Angustiada por el sufrimiento de su hija, la madre se presentó el miércoles en el colegio para hablar con el director, quien la emplazó al día siguiente. «Nadie hace nada y no puedo quedarme parada viendo como sufre mi hija sin merecerlo. Ninguna niña tiene que pasar por esto».

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