lunes, 15 de febrero de 2010

CARTAGHENA/ De Torralba a Gallego, de Alumbres a Perín

La alcaldesa, que echó a Pérez Abellán sin mediar una ilegalidad y llevó a la Fiscalía al PSOE, afronta ahora otra actuación dudosa de su equipo El caso del 'pedáneo' del PP pone al Gobierno local ante su espejo de la ética y la responsabilidad
La Verdad Viernes 27 de marzo de 2009. La alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, defiende su decisión de destituir al concejal Enrique Pérez Abellán por la inmoralidad de proponer a su hijo como ingeniero beneficiario de contratos del Plan E . Asegura que «la única responsabilidad es la de un error y la de una torpeza» asumidos por el citado edil, pero que no hay nada ilegal. Sin embargo, Barreiro añade para explicar por qué aparta al veterano político del Partido Popular: «Yo creo que los cartageneros tienen derecho a estar seguros de que su Gobierno actúa únicamente buscando el interés general, y mi obligación como alcaldesa es asegurar ese derecho». Viernes 12 de febrero de 2010. El portavoz del Gobierno municipal, Joaquín Segado, defiende la decisión del equipo de Barreiro de mantener al presidente de la Junta Municipal Vecinal de Perín, Pedro Gallego (también del PP) a pesar de que pagó tres obras municipales de instalación de farolas desde su cuenta bancaria: «En este caso no hay ningún presidente de junta que se haya quedado con dinero público». Lunes, 15 de febrero de 2010. Hoy. Documentos oficiales publicados por 'La Verdad' han puesto de manifiesto durante el fin de semana dos cuestiones que siguen sin ser aclaradas por el Gobierno local. Una, que ofreció una versión sobre el asunto de Gallego que no se corresponde con los hechos, pues Gallego no adelantó los pagos para aliviar la precariedad de dos empresas, ya que el Ayuntamiento hizo los pagos catorce días antes. Revelaciones e informes Otra, que el Gobierno puede haber ocultado que el Ayuntamiento desvió a la cuenta de Gallego unos mil euros de dos subvenciones a la Asociación de Vecinos de Perín. Cuando menos, no habría llevado un control riguroso de estos pagos de la Concejalía de Descentralización, que dirige Nicolás Ángel Bernal. También queda por saber si Pedro Gallego devolvió ese dinero, solicitado por los vecinos para su local social y una fiesta campestre. Esto eleva más las sospechas de que en los pagos de las farolas el consistorio habría ingresado también el dinero al 'pedáneo', como ha destacado el edil no adscrito (ex del PSOE) Juan Luis Martínez. A la vista de la nueva situación, cabe preguntarse si Barreiro y su gobierno van a explicar del todo lo ocurrido; si van a adoptar pronto medidas acordes con sus argumentos de los últimos años sobre las responsabilidades políticas éticas de los cargos públicos; o si van a encargar informes jurídicos y técnicos, como en los casos de Pérez Abellán y de Juan Pedro Torralba, el 'pedáneo' socialista de Alumbres que contrató a su empresa para obras en su pueblo (el PP, del que Barreiro es secretaria general, llevó a la Fiscalía). Roconocer los errores Hace casi once meses, Barreiro no dudó en reconocer que prescindir de Pérez Abellán había sido uno de los pasos «más dolorosos y difíciles» de su carrera política. Pero la regidora, que ha cosechado cuatro victorias electorales por mayoría absoluta, respondió con firmeza a esa abrumadora confianza social. Por eso, destacó: «Yo asumo mi responsabilidad, tomo mis decisiones después de hablar con la gente. Y, en este caso, me toca esa responsabilidad y la llevo adelante». La clave de esas palabras para el actual panorama es que subrayó que Abellán le dio cuentas de lo ocurrido y reconoció su equivocación. «Reconocer el error es algo que honra a Enrique. Es un acto al que no se prodigan mucho algunos políticos. Él reconoce un error y, como lo reconoce, pide que se le separe del Gobierno», aseguró Barreiro. Quizás la alcaldesa espera ahora (seguramente ya la ha recibido ya) una explicación de Nicolás Ángel. Porque, socialmente, tienen mala explicación las operaciones contables de un 'alcalde' puesto a dedo por el Gobierno. Incluso aunque el dinero no alcance los mil euros. Porque, como dejó claro Nicolás Ángel (que goza del respeto de la corporación y un notable aprecio social) un mes después de aquélla señalada comparecencia de la alcaldesa, no se trata sólo de cantidades. Caridad Rives y la «estética» El edil exigió al PSOE destituir a Torralba en Alumbres por su «incompatibilidad» para tener contratos con la administración. Pero puso especial énfasis en que la portavoz socialista, Caridad Rives, debía aplicar al menos la misma vara de medir que con Pérez Abellán y echar a su 'pedáneo' al menos por «estética». El PSOE aún tiene a Torralba. El gobernante de La Aljorra, que habló entonces de Alumbres y aún no lo ha hecho de Perín, admitió en su día que el control de las facturas de las juntas no es tan riguroso como el de los proyectos que pasan por la Mesa de Contratación. Pero dijo que en general el control es bueno y que lo de Torralba se le «escapó» al Ayuntamiento porque las facturas pequeñas figuran a nombre de la empresa y no del administrador. «El funcionario que haya contratado a la empresa no tiene por qué saber que es [propiedad] del presidente de la Junta Vecinal», argumentó Nicolás Ángel. Ahora, los pagos sí iban con nombre y apellidos: el del 'pedáneo' de Perín. ¿Qué es lo inmoral? El concejal aseguró que cuando recibe facturas éstas llegan ya con tres o cuatro rúbricas: «la firma del técnico, la del presidente vecinal...». ¿Ha sido todo un error, una falta de control, un exceso de confianza? Si todo vuelve a ser un «error», ¿por qué asume aún el Gobierno el coste político de mantener a un 'pedáneo'? También regresa la pregunta de cuántos errores más puede permitirse esta legislatura una Barreiro que tiene que combinar su tarea locales con su labor en Madrid como diputada. Ya ha tenido que apartar a su asesora de Artes Plásticas, Lolo Galindo, por sus negocios inmobiliarios... en Perín; y su vicealcalde, Agustín Guillén, ha recurrido al «error» para explicar su imputación por un asunto urbanístico relacionado con Galindo... en Perín. Si además de un error ahora hay alguna inmoralidad pero sus posibles protagonistas no la reconocen, ¿qué criterio aplicará Barreiro? Por si acaso, puede echar mano de lo que dijo su actual edil de pueblos sobre el caso de Torralba: «La inmoralidad no se puede medir en dinero. Si algo es inmoral, es inmoral».

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