Francisco Martínez dice que «los caciques del PP no tienen interés por la educación» y Segado le replica que está «anclado en otra época»
01.02.10 - 00:20 -
G. M. P. CARTAGENA. / La Verdad
Un concejal del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Cartagena, Francisco Martínez, aseguró ayer que detrás del cierre del colegio público Antonio Arévalo, de la barriada de San Ginés, previsto para final de curso, existe el interés del Gobierno municipal del PP por favorecer los intereses de una nueva urbanización y la posibilidad de construir otro colegio pero privado o concertado.
«Cada [vez] parece más creíble que el PP vuelve a aplicar su programa educativo una suerte de pelotazo urbanístico-educativo al uso» (sic), dijo ayer en un comunicado. Martínez aseguró que en la zona hay previsto construir cuatro mil nuevas casas: «Las viviendas se venden más caras si se dispone de un colegio privado-concertado cercano en vez de un centro degradado a conciencia por la administración educativa», añadió.
«Al final el ciudadano paga dos veces el centro: la primera al promotor y la segunda a la titularidad del centro. Es evidente que la política de los caciques del PP no tiene ningún interés por la educación, prefiere ciudadanos ignorantes y fácilmente manipulables a los cuales es fácil engañar», destacó en su comunicado el edil socialista.
Esas palabras fueron replicadas por el concejal de Urbanismo y portavoz municipal, Joaquín Segado, quien rechazó las acusaciones. «Este señor se descalifica él solo cada vez que abre la boca. No sé de dónde habrá sacado eso de las cuatro mil viviendas, no sé a qué se refiere y de eso yo tendría que saber algo. Además, usa un lenguaje de otra época en la que parece que está anclado», añadió en contestación a las alusiones de caciquismo.
Segado recordó que la decisión de cerrar el Antonio Arévalo no es nueva y que está fundamentada en la pérdida masiva de escolares durante los últimos cursos, ya que en la zona hay otros colegios.
Sin embargo, para Francisco Martínez es un «verdadero disparate» la decisión de la Dirección General de Centros de la Comunidad Autónoma de cerrarlo y repartir a los alumnos entre las escuelas Stella Maris y Mastia.
«Salvajada pedagógica»
«Es inconcebible cerrar un centro público cuando faltan plazas escolares en la zona y es una salvajada pedagógica escolarizar a estos alumnos, procedentes de colectivos desfavorecidos y necesitados de una atención educativa adecuada, en centros que escolarizan a un alto porcentaje de alumnado de estas características» añadió el concejal socialista, que además es inspector de Educación.
Francisco Martínez saca otras conclusiones con la decisión del cierre: «Es una prueba más de que el Gobierno del PP de Cartagena es una marioneta de los mariachis de Valcárcel. Cerraron el colegio Carmen Conde, ahora el Antonio Arévalo y ahora nos preguntamos cuál será el próximo».
Además, criticó la actitud de la concejal de Educación, Josefa Maroto, ya que «mientras ha repetido hasta la saciedad que en la parcela se iba a construir un instituto y un nuevo centro de adultos, la directora general desmintió estas afirmaciones, lo que parece cierto ya que no se ha presupuestado ninguna obra y la parcela pertenece a la Comunidad Autónoma. Con lo que o la concejal no se entera, la engañan en la Consejería o nos ha engañado a conciencia».
Durante un pleno celebrado en marzo del año pasado, Maroto confirmó lo que ya se rumoreaba desde 2002. Y añadió que la Comunidad iba a construir en su parcela de 12.000 metros cuadrados un instituto de secundaria, un centro de educación de adultos y un local social para los mayores de San Ginés.
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