Ayuntamiento de Cartagena
El escritor cartagenero, que ha mantenido un encuentro con mil estudiantes como punto de partida de una nueva edición de los Premios Mandarache y Hache, ha reflexionado sobre su vida, su obra y la ciudad de Cartagena.
Los adultos ya tienen su vida y no me aportan nada, pero los jóvenes están al principio de su recorrido y siempre resulta interesante reunirse con ellos, ver la parte de mi trabajo que les llega, qué les interesa, la información que me dan a través de sus miradas, gestos y silencios me es muy útil a la hora de ponerme a escribir, por eso he accedido a mantener un encuentro con mil jóvenes. Bajo esta premisa, el escritor cartagenero Arturo Pérez Reverte ha explicado el por qué de su presencia en Cartagena, en el acto de inauguración de la nueva edición de los Premios Mandarache y Hache, máxime teniendo en cuenta que ni le gustan los premios, ni le van las conferencias.
Acompañado por la concejala de Juventud, Ruth María Collado, ha accedido a mantener previamente un encuentro con los medios de comunicación, donde, pese a su escaso gusto por las ruedas de prensa, se ha mostrado distendio y a gusto.
Un Reverte pesimista, reflexionaba sobre una sociedad, la occidental, que se va al garete, con el único atisbo de esperanza de los más jóvenes, que harán que el final de esta civilización sea más fácil de llevar. Por eso cuando escribe piensa en los chicos, en mantener una épica literaria que recoja lo que ellos sueñan y les permita vivir aventuras en Troya o en la Grecia antigua.
Otro Reverte, más melancólico, se lamenta por haber perdido la Cartagena de los años 50, la que vio nacer, porque apenas quedan edificios de antaño, aunque estoy orgulloso de lo que se está levantando y remodelando, soy culpable, junto con el resto de los cartageneros, de haber destruido una parte importante de esta ciudad que no se podrá recuperar. Por eso cada vez, pasea menos cuando viene de visita.
El escritor ha sacado ese rasgo que le caracteriza, el decir en todo momento lo que piensa sin miedo a represalias, para criticar la actual complicidad que se da entre la política y el periodismo, deja el mundo en manos de los malos, se crean medio esclavos sin espíritu crítico y aseguraba que de su etapa como reportero tan solo quedan reflejos, instintos, pero actualmente se siente simplemente escritor.
Precisamente en estos momentos está trabajando en una novela grande, muy 'revertiana', con todos los ingredientes de sus libros desde que en 1986 publicara su primera obra: trama histórica, espionaje, folletín..., volcando toda su experiencia como narrador. Espera publicarla en marzo.
Tengo 58 años, me quedan 10 años de vida útil para escribir así que tendré que apretar, ya que hay dos o tres historias que quiero contar y espero que me de tiempo, auguraba Pérez Reverte, que se siente muy orgulloso de su 'otro trabajo', ocupar la silla T de la Real Academia de la Lengua Española, institución que considera el registro notarial de la lengua, la gente es la que hace la lengua y nosotros lo que hacemos es recogerlo.
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