La laguna salada recibe cada año más de 3.000 toneladas de nutrientes de aguas urbanas y de riego
16.11.08 -
JOSÉ ALBERTO GONZÁLEZ
CARTAGENA/ La Verdad
El Mar Menor se ahoga. Y si no se toman medidas rápidas, pronto se asfixiará. Recibe tal cantidad de vertidos contaminantes de actividades urbanas y agrícolas y en tal proporción que, sobre todo en la última década, apenas da abasto para renovar sus aguas y evitar que sus fondos de arena acaben siendo un depósito de limos y arcillas y en vez de peces sólo haya algas y medusas. El borrador del nuevo Plan de Cuenca de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) incluye un informe sobre la situación del Mar Menor que pone de manifiesto la degradación de la laguna salda por la actividad humana y plantea una serie de medidas para recuperar una de las joyas ecológicas de la Región de Murcia.
El aumento de la proporción de sustancias nutritivas del agua (eutrofización) es tan brutal que, en el caso de la rambla de El Albujón, las mediciones realizadas en el 2006 y el 2007 reflejaron que los aportes nocivos superaban hasta en veinte veces el nivel establecido por la Unión Europea en la Directiva Europea de aguas subterráneas (del 2006).
La norma comunitaria fija una proporción de 50 miligramos por litro, pero «la contaminación de nitratos de origen agrario tanto en aguas superficiales como subterráneas» en la citada rambla suele ser de cuatro a seis veces mayor. No obstante, es «en algunos casos superior a 1.000 miligramos», según recoge un documento de la Confederación Hidrográfica llamado Esquema de Temas Importantes para el nuevo plan de cuenca.
Regadíos
El mar interior, que tiene 135 kilómetros cuadrados y una profundidad máxima de siete metros, recibe anualmente nada menos que entre 2.500 y 3.000 toneladas de nitratos y fosfatos a través de la marina de El Carmolí, la rambla de El Albujón y la playa de La Hita (entre Los Alcázares y Santiago de la Ribera).
Estos nutrientes están disueltos en aguas residuales urbanas y otras de drenaje procedentes de los regadíos del Campo de Cartagena y la ribera del Mar Menor, según los datos de la CHS. Ésta pertenece al Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino, si bien se ha hecho eco de las mediciones hechas por los técnicos de la Comunidad Autónoma del 2003 al 2007 a través de la Red de Vigilancia de la Calidad de las Aguas del Mar Menor.
¿Qué volumen de vertidos llegan al Mar Menor desde la rambla de El Albujón? Según un estudio hecho en el 2006 por el Cebas (Centro de Edafología y Biología Aplicada del Sureste) para la Consejería de Agricultura de la Comunidad Autónoma, siete hectómetros cúbicos, el 70% de la actividad de núcleos urbanos.
Hay que añadir la contaminación por fertilizantes y los aportes disueltos en los 5 hectómetros cúbicos que según la Confederación llegan cada año de los acuíferos Cuaternario del Campo de Cartagena y del Plioceno. La apertura de pozos de riego ha provocado filtraciones orgánicas a estos acuíferos y, por tanto, un impacto negativo en la laguna.
Consecuencias visibles de estas alteraciones biológicas las conocen de sobra los veraneantes de la zona de Los Urrutias y El Carmolí, en el municipio de Cartagena: al elevarse la proporción de nutrientes se reduce la de oxígeno y esto facilita el crecimiento de algas y medusas y puede provocar la muerte de peces.
Los biólogos han constatado, por ejemplo, que en los últimos años han proliferado dos especies de medusas: la Rhizostoma pulmo y la Cotylorhiza tuberculata.
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