La técnica, utilizada por primera vez en España, permite devolver la movilidad en un brazo a un joven
PEDRO CONESA CARTAGENA/ La Verdad
Una dolencia crónica iba a dejar a un joven de tan sólo 25 años con un hombro completamente inútil para el resto de su vida. Su movilidad iba acompañada de un dolor constante que le impedía hacer vida normal, como cualquier persona de su edad. Pero eso se ha convertido en historia gracias a las innovaciones quirúrgicas.
El Hospital Universitario Santa María del Rosell le sometió a una intervención inédita en la historia de la medicina española, en la que reconstruyeron un ligamento roto del hombro a partir de un tendón del muslo del propio paciente. Se trata de una técnica pionera realizada por el servicio de Traumatología y coordinada por el doctor Ángel Torres Castillo, el pasado mes de octubre.
Uno de los logros de los doctores es que la intervención resulte menos traumática para el enfermo gracias a técnicas poco agresivas y que conllevan una recuperación más rápida, además de otros beneficios estéticos.
«Salvo situaciones muy concretas, por lo general, cuando se opera un hombro, la cirugía empleada suele ser artroscópica, es decir, mínimamente invasiva. La novedad en este caso concreto ha sido el hecho de emplear un tendón de otra parte del cuerpo para reconstruir un ligamento del hombro sin emplear otra técnica más agresiva. Los beneficios son mayores para el paciente y el hospital», explicó el doctor Torres.
En la operación trabajaron tres cirujanos y los implantes fueron diseñados especialmente para el paciente (se le colocó una especie de arandela y una grapa que llevará de por vida). Tan novedosa fue la intervención que el material se tuvo que pedir a Alemania ya que ningún hospital español había aplicado hasta el momento ese método.
Para el doctor Torres, la operación marca el camino de permitir un ahorro en los costes sanitarios, una iniciativa que no viene mal en esta coyuntura de crisis económica. Pero lo más importante es que se podrán hacer intervenciones menos dolorosas en el futuro inmediato y que conlleva una disminución del tiempo de estancia hospitalaria, y por lo tanto una mayor rapidez en la incorporación de la vida social.
«Las operaciones artroscópicas no son una novedad en sí mismas, pero gracias a intervenciones como esta sabemos hasta que punto podemos operar a un paciente sin una operación particularmente traumática. Se trata de reconstruir una parte del cuerpo sin la necesidad de desterrar las operaciones mínimanente invasivas» afirmó Torres.
Todavía no está programada otra operación de este calibre, pero los médicos del servicio de Traumatología afirman que esta técnica «da alas para seguir explotando nuevas intervenciones de este tipo que conseguirán mejorar la calidad de vida de los pacientes».
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