Tres años después del primer gran ajuste de la democracia, de 15.000 millones de euros, Rajoy encara su tercer gran paquete de medidas con el objetivo de rebajar el déficit, que en 2012 cerró en el 10,6% del PIB. Se han tocado casi todos los palos: impuestos, pensiones, prestaciones y servicios, que en total han supuesto un ajuste de 50.000 millones de euros, que también se ha notado en la economía: el PIB ha caído en 38.000 millones de euros y el paro ha aumentado en 1,66 millones de personas.
Inés Calderón / www.invertia.com
Jueves, 25 de Abril de 2013 - 8:38 h.
MAYO DE 2010, EL GRAN AJUSTE DE ZAPATERO
Antes del gran ajuste de mayo de 2010, el Gobierno de Zapatero ya había intentado paliar la caída de ingresos públicos con retoques tributarios. En el verano de 2009 aplicó sendas subidas a los impuestos sobre las gasolinas y el tabaco. Además, anunció la subida del IVA (del 16 al 18%) a partir de julio de 2010 y la supresión de la deducción de 400 euros en el IRPF aprobada en la campaña electoral de 2008.
En enero de 2010, obligado por la presión de Europa, que se asustó con un déficit del 11% del PIB en 2009, el Gobierno recortó 5.000 millones de gasto ministerial, del cual casi la mitad correspondió al fondo de contingencia.
A pesar de que el Gobierno pensaba que no tendría que tomar más medidas, el colapso de Grecia (en la primavera de 2010) obligó a Zapatero a anunciar el mayor recorte de la democracia, de 15.150 millones de euros. Este ajuste se aplicaba a algunas partidas hasta entonces consideradas líneas rojas, como los salarios públicos (que sufrieron un recorte del 5%) o las pensiones (cuya revalorización para 2011 quedó suspendida).
LAS ELECCIONES DE 2011 MITIGAN LOS RECORTES
Las medidas fiscales se frenaron debido a la cercanía de las elecciones locales y en 13 comunidades autónomas, que se celebraron en mayo de 2011. Entre tanto, se centró en las reformas con efectos a largo plazo: la laboral y la de pensiones y, en materia fiscal, el Ejecutivo se limitó a anunciar la recuperación del Impuesto de Patrimonio para quienes tenían propiedades superiores a los 700.000 euros (excluida la vivienda).
RAJOY LLEGA CON LA TIJERA
La llegada de Rajoy provocó la puesta en marcha del segundo gran ajuste , que él mismo valoró en 15.175 millones de euros. La principal medida fue la subida del IRPF, tanto para los rendimientos del trabajo como para los de capital, para elevar los ingresos. También aprobó la congelación de los salarios públicos, recortes en empresas públicas como RTVE o Renfe y la supresión de la concesión de nuevas ayudas al alquiler.
EL ÚLTIMO GRAN AJUSTE (POR AHORA): JULIO DE 2012
Para los mercados estas medidas no fueron suficientes y Europa exigió a España nuevas medidas a cambio de flexibilizar el objetivo de déficit al 6,3% del PIB. Por ello, Rajoy lanzó otro paquete de recortes en julio de 2012. En este plan se incluyó la segunda subida del IVA en dos años, pasando el tipo general al 21% actual y el segundo gran tijeretazo a los salarios públicos a través de la supresión de la paga extra de Navidad.
Además, en Sociedades, uno de los impuestos cuya recaudación se había hundido con la crisis, se subió el tipo de los pagos fraccionados y se eliminaron algunas de las deducciones tributarias vigentes hasta entonces. El Gobierno aprobó también recortes por valor de 10.000 millones de euros en sanidad y educación, redujo un 30% el importe de la ayuda al alquiler, suprimió algunas bonificaciones a la contratación y rebajó la prestación por desempleo a partir del séptimo mes.
BALANCE DE LOS AJUSTES
El resultado de los ajustes fiscales ha sido más evidente por el lado de los ingresos que por el de los gastos. En 2011 y 2012, los cambios fiscales elevaron la recaudación en 19.000 millones de euros. Gracias a ellos, los ingresos se han sostenido. Los recortes de gastos son más difíciles de apreciar y lo cierto es que el déficit ha superado todos los años el importe previsto.
Funcionen o no, además, hay que tener en cuenta que, además, hay 19.000 millones de euros de estos ajustes recurridos en el Tribunal Constitucional , por lo que no sería descartable que, si ocurre como en Portugal, algunas de las reformas se anularon en el alto tribunal.
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