Los vecinos exigen al Ayuntamiento que rebaje la pendiente y que construya la pasarela desde la calle San Francisco cuanto antes
MARÍA JESÚS GALINDO / la Opinión
Ir al médico de cabecera se ha convertido en un auténtico calvario para los cartageneros que tienen asignado el centro de salud del casco antiguo, sobre todo para las personas mayores y aquellas que tienen problemas de movilidad, ya que para poder entrar a las instalaciones tienen que subir una rampa de gran longitud y que además tiene una pendiente muy pronunciada.
En la actualidad este centro atiende a un total de 19.767 personas, aunque el inmueble está preparado para dar cobertura a una población de hasta 25.000 personas.
"Las personas mayores, los enfermos de asma y los discapacitados que van en silla de ruedas tienen verdaderos problemas para subir esa rampa", señaló José Sánchez, uno de los cientos de cartageneros que pertenece al citado centro.
La queja de este señor no es un hecho aislado, ya que el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena y Comarca 'Fernando Garrido', Leandro Sánchez, señaló que desde que se inauguró el centro, a finales del pasado febrero, "hemos recibido varias quejas por las dificultades que tiene la gente para subir esa rampa".
Hace unos días una señora se cayó al suelo mientras accedía por la citada rampa, circunstancia que, en opinión de algunos pacientes, "se podría evitar si los mayores y las personas incapacitadas pudieran entrar por las habitaciones que dan a la calle San Vicente, en donde están los almacenes del centro de salud. Los ascensores llegan hasta la planta baja, con lo que podrían ir al médico sin tener que sufrir antes este suplicio", indicaron.
Durante la inauguración del centro, la alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, admitió que los accesos aún no estaban terminados y que en verano estaría terminada una pasarela que uniría la plaza de San Francisco con el centro de salud por la calle de Correos.
El concejal de Urbanismo, Joaquín Segado, explicó a esta redacción que en no menos de un mes se instalará el segundo acceso mediante una pasarela que conectará el final de la calle Balcones Azules, a la altura del garaje de Correos, con la puerta del consultorio. Sin embargo, aclaró que este proyecto está incluido en el plan de accesos al Molinete e incluye un pilotaje especial por la existencia de los restos arqueológicos. "Esta pasarela también tendrá una pendiente de un 8 o 9%, lo que significa que de cada cien metros andados, subes 80 metros", precisó.
Respecto a la instalación de un ascensor en la planta baja del centro que facilitaría la entrada al centro, según las sugerencias de los propios usuarios, Segado hizo hincapié en que el Ayuntamiento es responsable de los accesos desde el exterior del inmueble, pero en el interior la competencia es de la consejería de Sanidad.
Una portavoz del Rosell aseguró que la gerencia está pendiente de que el Ayuntamiento concluya el segundo acceso para ver si funciona con garantías para los usuarios.
Por su parte, el vocal de Sanidad de la Federación Vecinal, Luis Sánchez Pina, indicó que esta misma semana planteó las quejas de los usuarios a la directora de Procesos de Primaria, Mari Carmen García, quien se comprometió a trasladarselas al concejal de Sanidad, Nicolás Ángel Bernal, con el fin de que se intente rebajar la pendiente de la rampa actual.
Este diario intentó, sin éxito, contactar con el edil, quien no contestó a las llamadas de esta redacción.
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